La narración de este documental avanza en espiral, partiendo del vínculo con el territorio, el encuentro con los guardianes del conocimiento y la revelación de la profecía, para desembocar en la reafirmación de la importancia de recuperar el tatuaje tradicional para el pueblo Wayuu. José no solo predijo la visita de dos jóvenes Wayuu en busca de respuestas sobre el tatuaje, sino también la creación de este documental, asegurando que sus ancestros ya lo habían soñado y que su realización estaba escrita en el destino.

En su búsqueda, David visita la Biblioteca del Congreso en EE.UU. para investigar registros visuales sobre el tatuaje Wayuu y comparte sus hallazgos con Marbel. Juntos consultan a una Outtsu (sanadora tradicional), quien les recuerda que tatuarse y fumar tabaco no son prácticas negativas, sino parte esencial de su cultura. Mientras recolectan materiales para llevar a cabo un tatuaje con espina de cactus y carbón, ambos enfrentan sus propios miedos: para Marbel, el desafío de convertirse en tatuadora tradicional y honrar el legado de su linaje materno; para David, el paso simbólico de recibir su primer tatuaje de manos de Marbel, marcando un punto de no retorno en su conexión con su identidad y espiritualidad Wayuu.